Neápolis building. Space for the technology and ideas
MBM es un taller de arquitectura formado por un sólido equipo de arquitectos y técnicos colaboradores. Sus cinco socios (Martorell, Bohigas, Mackay, Capdevila i Gual) permanecen fieles al compromiso de una continua investigación en cada uno de los proyectos, en cuya labor creativa participan los propios clientes junto a los profesionales externos que sean necesarios. Juntos trabajan sobre la misma hoja de papel y debaten todos los detalles lápiz y goma en mano, contando siempre con la eficacia del diálogo entre el lápiz tradicional y la tecnología digital más avanzada.
Esta actitud permite no sólo disfrutar del trabajo sino también formar distintos equipos con clientes y colaboradores de otros ámbitos profesionales, a menudo de alcance internacional. No obstante, MBM cree que un liderazgo firme garantiza la eficiencia del equipo de trabajo así como el control sobre el concepto original, sobre los aspectos económicos y sobre los plazos y los calendarios acordados.
La historia da comienzo en 1951, cuando Josep Martorell y Oriol Bohigas terminan sus estudios universitarios. MB inicia entonces su actividad en un despacho situado en el barrio de Sants, en Barcelona. La M que completa el nombre actual se añade cuatro años más tarde, en 1963, al incorporarse David Mackay como tercer socio. Lamentablemente murió el pasado 12 de noviembre de 2014.
Dicen que fue Aristóteles quien afirmó que las ciudades no existirían si todas las personas fueran iguales. Lo mismo podríamos decir de MBM, que en 2001 celebró cincuenta años de existencia con un equipo ampliado con dos jóvenes socios (Oriol Capdevila y Francesc Gual), que en parte se han formado profesionalmente en MBM. Albert Puigdomènech entró en el equipo durante el período de preparación de los Juegos Olímpicos, pero por desgracia murió en 2004 después de luchar contra un cáncer.
Tras la Guerra Civil, el nuevo régimen español censuró la arquitectura innovadora que había propiciado la República. Cuando Martorell y Bohigas iniciaron su actividad, no tardaron en unir sus esfuerzos a los de otros artistas creativos bajo el nombre de Grup R. El objetivo que se propusieron fue el de continuar la línea de investigación iniciada durante la década de 1930, como se refleja en sus primeras obras. Muy pronto se orientaron hacia el «nuevo realismo», cuyas características encajaban con la austeridad propia de la posguerra. En el marco de este nuevo realismo basado en la sobriedad del ladrillo y el mortero, emergió una identidad regional distintiva nacida, también, del interés histórico por el modernismo catalán.
Durante los años sesenta, mientras el país se preparaba para la democracia, MBM intensificó la investigación arquitectónica, ahora a través de los cambios sociales y económicos que se producían, y tomó conciencia de que cada proyecto constituía una parte integral de la ciudad o del entorno rural en el que se desarrollaba.
MBM mantiene una estrecha relación con el mundo universitario, así como con los movimientos políticos y sociales, y su ámbito de actuación se ha ampliado no solo a toda Europa sino a muchos otros lugares del mundo. En su práctica profesional, MBM nunca ha dejado de preguntarse cuáles son las necesidades de la demanda y se mantiene al corriente de las últimas tendencias más avanzadas e innovadoras de la cultura arquitectónica.
- Categoría
-
- Arquitectos
- Ubicación
- Barcelona
- Empleados
- 5
- Sitio web
- www.mbmarquitectes.cat
- Fundado
- 1951