Mamen Domingo | Ernest Ferré Arquitectes

En febrero del 2002, el Ayuntamiento de Reus plantea el futuro de la ciudad deportiva. Se empezaron una sèrie de intervenciones de mejora de urbanización e intalaciones a la vez que se remoldeaba la tribuna oeste del estadio.

La nueva fachada la conformaba un muro de vidrio que se deforma para adaptarse a las diferentes anchuras de los espacios; la presencia de la sierra de Musara en el horizonte, daba las trazas por las líneas de la fachada, que tenían que convertir el edificio en un equipamiento singular. La imagen de esta nube rasgada y alargada de reflejos cambiantes capta la atención de aquel que accede a la ciudad por este punto, aportando el dinamismo necesario para impulsar las expectativas deportivas.