Casa El Bosque
Torna alla Lista di Progetti- Anno
- 2014
- Ramón Esteve
- Arquitecto
La casa El Bosque se sitúa en una amplia zona residencial. La propia parcela cuenta con una gran pineda, que compone el universo inmediato de la vivienda. Dos grandes muros de piedra protegen la entrada, pero a medida que el visitante avanza, el espacio se va tornando más permeable, dejando entrever el jardín de la piscina a través de la celosía del porche de la cocina. Una cubierta de tablones de madera recoge el acceso a la casa, otorgando al vestíbulo una escala muy humana. Los materiales empleados, junto con la luz rasante que baña el espacio a través de un lucernario longitudinal, crean una atmósfera muy cálida y acogedora.
El objetivo del proyecto de Ramon Esteve ha sido la creación de diferentes áreas exteriores vinculadas a las estancias interiores, según el grado de intimidad de cada una de ellas. Cada pieza tiene una altura en función de su uso desarrollándose en una planta, excepto el volumen de los dormitorios. Con este gesto se obtiene una planta en forma de cruz que organiza el espacio exterior. Partiendo de cuatro muros de piedra, se generan unos volúmenes prismáticos que fragmentan el espacio, individualizando cada estancia.
La zona intersticial entre las diferentes piezas de la vivienda se cubre mediante un elemento de madera, que actúa como distribuidor y conector entre los espacios de la casa. El volumen de madera actúa como distribuidor y conector de las diferentes piezas, a la vez que se abre a los todos espacios exteriores. Los otros dos cuerpos contienen, uno el dormitorio principal, y el otro, dos dormitorios en planta baja y un estudio en planta primera. Unos porches pasantes alargan las piezas, creando zonas exteriores donde vuelcan y se prolongan las estancias.
La serie de mecanismos LS 990 en Blanco Alpino de Jung aportan su estética de formas definidas y rotundas. Su diseño, heredero en sus orígenes del formalismo de la escuela Bauhaus, sigue hoy plenamente vigente y encaja a la perfección con ese espíritu que destila el trabajo de Ramón Esteve y cuyo fin es “la materialización de espacios únicos, lugares con identidad que conecten con quien los viva”.