EEC Church
Castelldefels
- Arquitectos
- Jon Tugores + Architects
- Ubicación
- Avinguda d'Habana Vieja, 08860 Castelldefels
- Año
- 2014 Details
Idea Competition. 1st prize
Promotor: Comunidad Evangélica
Site: Castelldefels, Barcelona
Programme: Church + social headquarters
Size: 1800 m2
Built: June 2012- jan 2014
With
Competition: Jon Tugores + Architects & Mika Utzon
Renders: Santi Mañero, Camilo Sierra
Model: Basvan maquetas
Basic scheme: Jon Tugores + Architects [Belen Torres, Enrique Soriano, Sergi Rodriguez]
Building drawings: Helena Torres, Santi Mañero
Head of Project: Helena Torres
Engineneering: Alvar Gallostra, Licini Alfaro
Structures: BOMA, Barcelona
Surveing: RC Ingenieros, Barcelona
Acoustics: Adrovier Acústica
Builder: VOPI 4
Corría en año 1979, cuando george Lucas estrena ‘Star wars’. En ella un maestro llamado Obi Wan Kenobi, (interpretado por el grandísimo Sir Alec Guiness), nos abre los ojos a ‘La Fuerza’, un poder reservado para algunos, que se puede adquirir con un ferreo entrenamiento, siempre que se esté en posesión de una probada voluntad. La Fuerza, fue un credo, que todos los niños deseabamos poseer. Con 11 años tiendes a pensar que eso es verdad, que debe existir. Si no a santo de que, el Sr. Lucas iba a sembrar tal concepto en la juventud de los 70. En esos momentos, quien escribe, participaba como monaguillo, y titular indiscutible, en la parroquia de Sant agustín, en Palma de Mallorca. Donde entre cantico y sermon por parte de Don Antonio (mi Obi Wan), yo imaginaba paralelismos entre Jesus, quien caminaba sobre el mar, o incluso resucitaba, con que fuera él también, caballero Jedi. De hecho, no me cabía otra explicación. Jesus debía ser el primer Jedi registrado. Un día empecé a notar como la fuerza me invadía, tanta misa y peliculas debían estar teniendo consecuencias. Con trece años, informé a mi padre, que creía que yo podía ser un caballero Jedi, que no se preocupara, que no necesariamente pasa de padres a hijos. El, sonriente me dijo, que de Jedi nada, que lo experimentado no era más que mis hormonas de pubertad. Que no me preocupara, que eso pasa de padres a hijos, y es normal. Que no levantaría coches con la mirada, pero que pronto poblaría con pelo mis piernas.
Empezaba mi lectura acerca de los tangible y lo creible, de lo demostrable y lo increible. Mi interpretación, de la religión fue paralela a mi desilusión por la Fuerza. Años más tarde, ya tras la universidad, Lucas, nos descubió que eso de la fuerza ya no se puede atribuir a una entidad superior, que no es cosa de los Dioses… de hecho no lo puede justificar más que con la ciencia, y es cuando nos enteramos que la Fuerza, surge de una evolución puramente genética, científica y cuantificable. Hay unos que tienen más y otros menos, indistintamente del entrenamiento dedicado. Un gran jarro de agua fría, y de realidad, pues a los 28 años, y habiendo estudiado una de ciencias… no podía creer otra explicación. Todo era cuantificable. Y todo lo será. Es cuestión de tiempo que los científicos matematizen todo.
Llega entonces el concurso para una iglesia evangélica. Nos invitan pues un miembro ha visto un proyecto nuestro y le ha gustado. Creyendo que éramos puro ‘atrezzo’ entre los invitados, decidimos hacer una iglesia que nos satisfaga, partiendo ‘de cero’ como decía aquel. Como podía afrontar un edificio, si no podia creer en el tema que lo originaba? Los años no habían hecho más que enfriar mi creencia en entidades supra-humanas. Debía teorizar sobre algo inexistente para mí? Engañarles con tal de firmar el encargo? Renunciar al encargo, en un grado de coherencia?
La gente de la Iglesia Evangélica, nos informaron sobre un plan de necesidades. Tangibles y lógicas si se comparan con otras iglesias.
Un programa dividido en tres:
Una zona de culto,
La una segunda que sirve de apoyo a la zona cúltica, y
La tercera, la más sorprendente una parte multiprograma, donde la polivalencia espacial debe compaginarse con los usos que iran apareciendo. Clases de informática, bailes, terapias sociales, gastronomía. Y seguramente el dato más sorprendente concierne a las superficies…sirva de ejemplo, que la zona cúltica tiene menos de la mitad de la superficie total. Siendo el resto del programa por lo general, zonas poli-programa.
El programa fue fácilmente organizable. Solo nos quedaba una pregunta sobre la mesa: Debe una iglesia parecer una iglesia? Como es una iglesia en pleno SXXI? Los evangélicos se muestran menos ostentosos que los católicos? Que los Mususlmanes? Visitamos varias iglesias evangelistas, católicas…algunas del siglo XIX, y otras de los años 80, 90… Las de nueva planta padecen de gestos proyectuales producto de una inercia conceptual. Lo vimos como un error, sobre todo en un tiempo en que las cosas no son como parecia que debían ser.
Un teléfono empezaba a pàrecerse más a una tableta de chocolate, las zanahorias se servían como nubes, las fragancias naturales no lo son, y quien vende más discos en el mundo ya no era Springsteen, ni Madonna, sino Juan pablo II. El mundo en tiempo real y asimilado como tal.
Preexistencias: El solar se encuentra en el límite urbano entre castelldefels y Gavá, en una zona donde existen programas y escalas diversas: Una pineda, viviendas, Centros deportivos, escuelas, parklings y una nave contigua donde los de Desigual hacen de las suyas. Y nosotros en medio.
Contexto mental: Proyectar una iglesia evangélica colindante a una gran nave industrial donde hacen ropa provocativa, una escuela infantil, un campo de futbol y unos bloques de viviendas especulativos construidos en los últimos 10 años.
Porpusimos una volumetría muy clara, influida principalmente por las naves industriales, limítrofes de cascos urbanos. Un edificio fraccionado horizontalemente, creando un vacío de la misma volumetria que lo construido. Tres cajas superpuestas. La urbana de influencia social, una intermedia como zona entre-lugares, o zona entre-tempos, entre-conceptos. Y la superior, una pieza elevada, iluminada cual faro, una nube humana, donde los evagélicos realizan multiples actividades, un’poquito’ más cerca del cielo que del suelo de ‘castefa’.
El proyecto resultó ganador del concurso restringido, y para nuestra sorpresa y tras nuestra declaración abiertamente no-religiosa. Nos fue encargado por la cúpula de la Comunidad Evangélica.
Contexto Económico: El proyecto fue parado durante cuatro años por falta de financiación, dada la crisis que acontecía especialmente es nuestro País. Cuando finalmente y tras mucho esfuerzo nos comunican que disponen de cierto capital, nos informan que disponen tan sólo de 1M €, casi 1/3 parte del presupuesto original. En primer lugar pensamos en renunciar a la obra, pues no era posible ejecutar esa idea con tan reducido presupuesto. Afortunadamente y tras re-diseñar la parte ejecutiva del proyecto, aceptamos, a sabiendas del ‘largo y dificil camino’ que nos esperaba.
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